Entrenamiento Funcional

Una manera diferente…

Posiblemente pensaste hasta ahora que la única pelota que ibas a incluir en tu rutina tenística era la típica pelota pequeña y amarilla. Pues no. Cada vez, es mayor la frecuencia con que las fitball son utilizadas en el mundo del tenis para mejorar el tono muscular. Te sugerimos como sacarle el mayor provecho.

Seguramente te ha llamado la atención ver en tu gimnasio unas grandes pelotas que son usadas en algunas clases dirigidas. Utilizadas inicialmente en las clínicas de fisioterapia como material de rehabilitación, las fitball se han abierto un hueco en las sesiones de preparación física amparadas en el concepto de “Entrenamiento Funcional”. Este tipo de entrenamiento se entiende desde un simple planteamiento en base al desarrollo de ejercicios mediante movimientos integrados y multiplanares que implican aceleración conjunta, estabilización y deceleración, con la intención de mejorar la habilidad del movimiento, de la fuerza de la zona media y la eficiencia neuromuscular.

Así la justificación para dicho tipo de entrenamiento se basa en una mayor aplicación para las actividades cotidianas y el empleo de ejercicios o actividades "naturales", pese a que desde una perspectiva más terminológica y conceptual deberíamos replantearnos lo poco apropiado de justificar un entrenamiento de este tipo en base a una supuesta necesidad para aquellas actividades naturales en la sociedad actual, pues éstas serán y son distintas de los movimientos que podrían realizarse hace 1000, 100, 50 e incluso 10 años y que dicha "naturalidad" (cotidiana, repetida, etc.) será distinta en cada caso de la propia actividad del deporte.

A pesar de su simplicidad, el uso de la fitball aporta unos beneficios que no encontramos en las maquinas de musculación convencionales y su inestabilidad, que a priori se consideraría un problema añadido, se convierte en su principal virtud.

Beneficios

En líneas generales se puede decir que los beneficios del trabajo físico con estas nuevas aliadas son tres:

• Una activación de la musculatura estabilizadora, la cual protege la columna.
• La inestabilidad de la superficie provoca una estimulación de los receptores propioceptivos del sistema neuromuscular y como consecuencia, mejora el equilibrio.
• La actividad neural es mucho mayor y se mejora la coordinación intramuscular.

El resultado de todo esto, es que los ejercicios realizados con esta pelota son motrízmente más enriquecedores que el trabajo tradicional y analítico por grupos musculares. Por tanto es un material muy indicado en personas que necesitan una mejoría en su motricidad.

En los próximos artículos te mostraremos una serie de ejercicios con los que trabajar varios grupos musculares y que se adecuan a las necesidades de una practica habitual de tenis. Toma buena nota… y prepárate para pasar un buen rato. En una primera sesión con las fitball, la familiarización con ellas da lugar a sesiones diferentes a las habituales que escapan de la monotonía habitual de los gimnasios.

Su uso en tenis

El uso de la fitball en tenis se convirtió en algo habitual desde ya hace más de 5 años entre los tenistas profesionales. Su principal ventaja es la inestabilidad generada al trabajar con ella y que nos ayuda a mejorar el equilibrio, algo muy útil en un deporte como el nuestro. En niveles avanzados, y siempre dependiendo de las dotes del jugador, se puede usar en pista, para trabajar por ejemplo con raqueta la volea sentados de rodilla sobre la fitball. Trabajar con este balón implica algo nuevo para los jugadores, que se sienten más motivados y salen así de la rutina. El tenista, como ganador nato, ve en estos ejercicios un nuevo desafió, y en las primeras sesiones el interés es elevado. Siempre, de todos modos, y por su dificultad, es aconsejable controlar el nivel de riesgo, sobre todo en principiantes.