Capacidades Físicas del Tenista


El Tenis de Campo, es un deporte con características acíclicas, en el que se suceden continuamente, periodos de trabajo y de descanso. Los constantes cambios de ritmo e intensidad que se producen durante los partidos, lo convierten en una actividad mixta desde el punto de vista del metabolismo energético.
Entre las cualidades físicas más importantes de sus jugadores, cabe mencionar la velocidad y la resistencia, ya que los cortos esfuerzos de actividad intensa durante el juego, para los que se emplea fundamentalmente un metabolismo de tipo anaeróbico aláctico (70 %) y anaeróbico láctico (20 %), precisan un entrenamiento de la velocidad; mientras que la capacidad de afrontar adecuadamente la duración de la competición, depende en cierta medida, de un trabajo de resistencia aeróbico (10 %). No obstante, la fuerza, la coordinación y la flexibilidad, también desempeñan un papel crucial en este deporte (ITF, 2006).
Por lo tanto, el tenis es un deporte que según como se lo estudie se puede catalogar de aeróbico o anaeróbico. Se dice que puede ser aeróbico debido a la duración en tiempo total en que se desarrolla un partido (1-5 horas). Por otro lado, es anaeróbico ya que la duración media de un punto se encuentra dentro de un rango de 6 a 10 segundos.
Los jugadores de tenis deben reunir las siguientes Capacidades Físicas:
La Resistencia: Es la capacidad condicional que le permite al atleta soportar, adaptarse y recuperarse rápidamente de intensas cargas físicas y mentales, retardando la aparición de la fatiga muscular y continuando con el esfuerzo prolongado (Ruiz e Izaguirre, 2007). Por ende, un jugador de tenis necesita realizar un esfuerzo importante (arrancar, correr, golpear, saltar, cambiar de dirección, además de soportar la tensión emocional de la competición), durante un periodo de tiempo prolongado (4-5 horas), sin disminuir de forma significativa su rendimiento. Para ello se necesita una excelente capacidad del sistema respiratorio y cardiovascular que proporcione un aporte suficiente de oxigeno y nutrientes al sistema muscular, es decir, una buena resistencia aeróbica. Se necesita, además, otra fuente de energía de emergencia dispuesta a intervenir rápidamente ante las urgencias que surjan, esto es, resistencia anaeróbica, tanto aláctica como láctica.
Las resistencias aeróbica y anaeróbica son complementarias y muy importantes para la práctica de cualquier deporte, la primera proporciona la energía suficiente para realizar un ejercicio de baja intensidad durante mucho tiempo y la segunda ayuda a mantener un ejercicio de alta intensidad cuando la primera fuente de energía no es suficiente. Esta segunda fuente de energía sólo debe actuar durante cortos periodos de tiempo si no queremos que se produzca el agotamiento.
No poseer suficiente resistencia aeróbica y anaeróbica para una determinada especialidad deportiva, supone que la fatiga aparece antes de tiempo y, consecuentemente, se produce una disminución del rendimiento físico.
La Fuerza: Es la capacidad física necesaria para vencer resistencias externas o contrarrestarlas mediante contracciones musculares (Ruiz e Izaguirre, 2007). En tenis se deben distinguir las diferentes manifestaciones de la fuerza. Básicamente, un jugador de tenis necesita la fuerza muscular para desplazarse rápidamente y para golpear a la pelota. La fuerza explosiva en las piernas es indispensable para tener una buena capacidad de aceleración, mientras que la fuerza rápida de los miembros superiores es necesaria para golpear fuertemente a la pelota y que esta llegue al lado contrario lo antes posible. Para esto se necesita una buena capacidad de fuerza muscular, más concretamente, una fuerza capaz de actuar en un corto periodo de tiempo, propia de los lanzamientos ligeros, esto es lo que llamamos potencia o fuerza explosiva. Además, esta fuerza hay que mantenerla durante mucho tiempo, a veces durante 4-5 horas, lo que significa alrededor de 1000 golpes, para lo que se necesita una buena dosis de resistencia de la fuerza. Es decir que no basta con correr rápido o golpear fuerte a la pelota al principio del partido sino que esto hay que hacerlo durante todo el partido.
La Velocidad: Es la capacidad senso-motriz que nos permite realizar una acción ante un estímulo o señal en el menor tiempo posible (Ruiz e Izaguirre, 2007). Un tenista tiene que realizar una cantidad enorme de arrancadas, aceleraciones y cambios de dirección. El ciclo normal de un golpe incluye, arrancar, acelerar y volver. En un partido se pueden llegar a dar 1.250 golpes. La intensidad de las carreras varía, en algunos golpes los desplazamientos son cortos y la intensidad de la carrera baja, pero en otros son largos e intensos. Esto supone un desgaste interválico e irregular, que a la larga se hace muy importante, aunque los tiempos de descanso sean elevados, 25 segundos entre puntos y 90 segundos en los cambios de lado. Hay que tener en cuenta que romper la inercia es la fase más dura de las carreras y esto es, precisamente, lo que abunda en el tenis: arrancar, frenar y cambiar de dirección. Para realizar esta tarea física, un jugador necesita una buena capacidad de reacción que se puede incluir dentro de la cualidad física que llamamos velocidad de reacción, definida por Blanco (2003), como “la capacidad de realizar una respuesta motriz en el menor tiempo posible tras la aparición de un estímulo”. Esto no debemos confundirlo con la velocidad máxima que se produce en los 100 metros lisos, se tiene que tener en cuenta que en el tenis los desplazamientos medios son de 4 metros (máximo de 14 metros).
A su vez, la velocidad es necesaria en la ejecución de los golpes, a esta cualidad se le define como velocidad de movimiento. El complejo de componentes que determinan la velocidad de movimiento y contracción actualizada por el sistema neuromuscular se designa como velocidad de acción según (WEINECK, 1980, 176) o velocidad del movimiento (LETZELTER, 1978, 195 y ss.). (p. 180) (Tomado de Martin, Carl, y Lehnertz, 2001).
La Flexibilidad: Según Álvarez, (1985) citado de Montero y Martínez, (2003) la flexibilidad “es aquella cualidad que con base en la movilidad articular y elasticidad muscular, permite el máximo recorrido de las articulaciones en posiciones diversas, permitiendo al sujeto realizar acciones que requieren gran agilidad y destreza”. (p. 128). Así mismo, Subiela, (1978) define la flexibilidad como: “una cualidad del aparato locomotor que expresa la amplitud de movimientos, y depende de las progresiones anatómicas y fisiológicas de músculos y articulaciones”. (p. 261). En resumen la flexibilidad, se puede definir como la capacidad para realizar movimientos con la mayor amplitud posible, sin forzar excesivamente músculos y articulaciones y equivale a la movilidad articular más la elasticidad muscular (Ruiz e Izaguirre, 2007). En el tenis el atleta utiliza todos los grupos musculares sin miramientos, a veces incluso con violencia y de forma externa. Las posiciones de golpeo y los movimientos de las articulaciones en la ejecución de los golpes determinan, en el jugador de tenis, una amplitud óptima de movimiento. Esto no significa en modo alguno que cuanto más movilidad articular posea el tenista, más ventaja tiene, sino que cada tipo de deporte con sus gestos concretos, necesita una movilidad específica, tanto a nivel de miembros inferiores (desplazamientos y posiciones forzadas), como de tronco y miembros superiores (golpear a la pelota en posiciones forzadas). El jugador de tenis necesita una flexibilidad articular determinada (grado de movimiento de las articulaciones) y necesita, también, una elasticidad muscular concreta (capacidad de estirar el músculo), aunque el término que mejor define este concepto es la movilidad articular, ya que engloba los anteriores, dándoles un sentido de continuidad y dinamismo más propio de los movimientos deportivos.
Capacidades Coordinativas: Las Capacidades Coordinativas han surgido, durante la investigación de la motricidad, como distinciones dentro de un complejo estructural que desde hace tiempo se designa en metodología del entrenamiento con el concepto de agilidad. Sin embargo, desde mediados de los años 60 se intenta estructurar este ámbito con la ayuda de procedimientos científicos. (p. 68) (Tomado de Martin, Carl, y Lehnertz, 2001). Según Ruiz e Izaguirre (2007), son condiciones de la realización de los procesos específicos y situacionales de la ejecución motriz, basadas en experiencias motrices.
En este grupo se enmarcan una serie de capacidades como puedan ser la Capacidad de Diferenciación: la cual, está muy relacionada con las diferentes maneras de recibir o golpear la pelota: alta, baja, con una determinada dirección (derecha, izquierda), con efecto, lenta, rápida, entre otros. La Capacidad de Acoplamiento, que tiene una estrecha relación con la de equilibrio, ritmización y capacidad de cambio. Se involucra en el tenis de campo al presentarse acciones, las cuales son ejecutadas teniendo en cuenta la utilización de la raqueta, el movimiento de la pelota y los movimientos del jugador todo ello de manera sincronizada para lograr el objetivo. La Capacidad de Orientación es de gran importancia en el tenis de campo y se relaciona al presentarse las siguientes acciones: desplazarse, correr, frenar, golpear, cambiar de dirección, todo ello en cortos períodos de tiempo y en donde el jugador luego de dar respuesta a una situación debe retornar en forma adecuada para dar solución a la siguiente acción manteniendo el equilibrio y la orientación en la cancha. Igualmente, hay que considerar que las tareas de orientación están estrechamente relacionadas a las de diferenciación. La Capacidad de Cambio es la cualidad de adaptarse durante la acción motora sobre la base de cambios de situaciones percibidas y previstas a nuevos programas de acciones, o continuar las acciones de otro modo. Se presenta permanentemente en el tenis de campo en situaciones como: partidos, jugadas, superficies, países, contrarios, público, clima, entre otros. El ritmo es la capacidad que en el tenis de campo está involucrado cuando los jugadores intercambian varios golpes, estos se pueden dar a diferentes velocidades, efectos, alturas, entre otros, en el saque para mantener la regularidad del mismo y en los desplazamientos. El equilibrio es una capacidad que se manifiesta constantemente en las diferentes acciones del juego desde la coordinación del saque, en la respuesta en la devolución manteniendo una buena sustentación de miembros inferiores, en los cambios de dirección golpeando la pelota sin caerse, en la ejecución de las voleas, entre otras. (Ruiz e Izaguirre, 2007) Estas cualidades coordinativas tienen como denominador común el ordenamiento y organización de la enorme cantidad de información que el jugador de tenis recibe.
En este mismo orden de ideas, un jugador de tenis necesita, primeramente, una serie de cualidades perceptivo-motoras que le permitan tener una información precisa de lo que ocurre en la pista y, después, un alto grado de capacidades coordinativas que le faciliten procesar dicha información para tomar decisiones y ejecutar los movimientos rápidamente.
Igualmente un jugador coordinado posee una alta tasa de adaptación y una buena disociación segementaria, es decir, un repertorio técnico eficaz.
Es necesario tener en cuenta, que las cualidades físicas coordinativas son las primeras que disminuyen significativamente cuando aparece la fatiga.
Además, es indispensable desarrollar las cualidades de coordinación desde muy joven (respetando el grado de madurez del niño). Esto facilitara el aprendizaje de movimientos simples y complejos y permite establecer el vínculo entre las cualidades motrices y el potencial técnico. Para concluir, un entrenamiento físico debe adaptarse a los índices morfológicos, fisiológicos y físicos individuales. Además, de tener en consideración las características físicas de la actividad. Referencias Bibliográfícas Blanco, A. (2003). 1000 ejercicios de Preparación Física. (3ª ed.) Barcelona, España: Editorial Paidotribo. Martin, D., Carl, K. y Lehnertz, K. (2001). Manual de Metodología del Entrenamiento Deportivo (1ª ed.) . Barcelona, España: Editorial Paidotribo. Montero, L. y Martínez, V. (2003). Manual de Teoría y Práctica del Acondicionamiento Físico. Madrid, España: Edita CV Ciencias del Deporte. Programa de Formación de Entrenadores de la ITF. Curso de Nivel 2, (2006). Sistemas Energéticos para el Tenis. Coach Education Series. Ruiz, D. e Izaguirre, J. (2007). Manual de Entrenamiento para el Tenis de Campo orientado al desarrollo de las Capacidades Físicas dirigido a los entrenadores de la Academia Noguera – Alvarado del Centro Social Italo Venezolano del Estado Carabobo. Trabajo Especial de Grado no publicado, Universidad de Carabobo. Carabobo, Venezuela. Subiela, J. (1978). Entrenamiento Físico. Instituto Pedagógico de Caracas. Caracas, Venezuela.

3 comentarios:

  1. Ante todo quisiera felicitarte por esta iniciativa! El articulo esta muy completo y adaptado a las necesidades del tenis de campo. considero que no solo los entrenadores van a beneficiarse sino tambien los atletas practicante de este dificil deporte.

    Muchos exitos y espero que puedas publicar articulos relacionados con futbol.

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  2. muy bueno tu articulo ojalas puedan ser de mas deportes, el cual me ayudaste mucho con un trabajo el cual realice.

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  3. El artículo es muy bueno, aclara dudas de como manejar las distintas capacidades que se desarrollan en el tenis de campo.

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