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La supercompensación. Un modelo teórico

Según Martin, Carl y Lehnertz (2001), todos los órganos y sistemas del cuerpo en reposo se encuentran en un estado de disponibilidad para la reacción. Este estado se denomina Homeostasis, esto es, el equilibrio o la estabilidad de los procesos que concurren al mantenimiento y los que tienden a evitar la destrucción de un sistema biológico del organismo, o en expresión de JAKOLEW (1972), mantenimiento del estado bioquímico del medio interno del organismo.

Ahora bien, todo organismo tiende a mantener el equilibrio dinámico, la homeostasis, incluso ante exigencias de redimiendo elevadas.

Hoeger, (2003) plantea  que cuando el organismo se somete a ejercicios continuos y repetitivos por encima de su nivel de trabajo habitual que requieren reconsumo energético, durante el periodo de recuperación, este reabastece la energía gastada, y que con el tiempo, durante este periodo se produce un aumento de las reservas energéticas (proceso de adaptación), de manera, que para el ejercicio siguiente, se cuenta con más combustible (sobrecompensación) y se podrá por lo tanto, aumentar el volumen y la intensidad del ejercicio.

De acuerdo a Ruvalcaba y Loaiza (2001) si algún agente (carga de entrenamiento) interrumpe la homeostasis, el organismo tratará de buscar nuevamente el equilibrio funcional. Si este agente es desconocido por el organismo, la interrupción de la estabilidad del medio interno estará determinada por un aumento de los procesos catabólicos o degenerativos, los cuales se mantendrán hasta que dure la influencia de la carga. Casi de forma inmediata, el organismo responderá a la agresión con un aumento de los procesos generativos o anabólicos (recuperación) a fin de dar protección a los órganos y sistemas implicados por las perdidas ocasionadas producto del esfuerzo realizado durante el entrenamiento.

En el mismo orden de ideas, este desgaste desencadena inmediatamente un proceso de fatiga al que sigue una fase de recuperación. Además, los procesos de recuperación tras un desgaste suficientemente elevado muestran un exceso de compensación. Las reservas de energía y los mecanismos metabólicos y de regulación no solo vuelven al punto de partida de antes de la carga, sino que lo sobrepasan por un periodo de tiempo breve. Esto tiene como consecuencia que la capacidad energética de rendimiento del organismo que ha sido sometido a desgaste sea también temporalmente más alta. Este mecanismo fisiológico recibe el nombre de supercompensación. (Martin, Carl y Lehnertz, 2001)

Así mismo, Martin, Carl y Lehnertz, (2001) afirma que si el organismo (determinados sistemas en estado de supercompensación), es sometido a una nueva carga del tipo de la precedente, vuelve entonces a tener lugar la misma secuencia de desgaste y recuperación orgánica. Se produce en una acumulación y un reforzamiento de los efectos de supercompensación, y probablemente una adaptación en el organismo en el sentido de un aumento del estado de rendimiento energético. De esta forma, el nuevo estado de equilibrio, esto es, la nueva homeostasis, se ha instalado en un nivel de exigencia superior.

Cuando se alcanza una reacción de adaptación, el ámbito de cargas limite se desplaza hacia arriba. Si se quiere conseguir nuevos efectos de carga será necesario aumentar estas. Los efectos del organismo ante una carga idéntica no son constantes, porque las modificaciones biológicas disminuyen con una carga determinada, la supercompensación deja de aparecer, esta carga deja de producir modificaciones positivas. Para alcanzar nuevas mejoras de las potencialidades funcionales será necesario aumentar el volumen y la intensidad de la carga.

Para concluir, el entrenamiento provoca una mejora de las capacidades motoras del individuo en el terreno anatómico, fisiológico e incluso psicológico. Así, los sistemas locomotores, respiratorio, cardiovascular y nerviosos se encuentran modificados de forma permanente para responder más rápida y eficazmente a las molestias producidas por el ejercicio muscular. De todo esto se obtiene una mayor capacidad funcional del organismo para el esfuerzo y mejores resultados con una menor fatiga (Lacoste y Richard, S/F).

Por ende, se considera que con este principio se puede determinar las reservas funcionales del atleta y en función de estas se podrá rediseñar el plan de entrenamiento ya establecido para un día especifico.

Referencias Bibliográficas

Hoeger, B (2003). Educación Física de Base. Universidad de los Andes, Consejo de publicaciones. Mérida, Venezuela

Lacoste, C. y Richard, D. (S/F). El Ejercicio Muscular. Adaptación fisiológica del organismo al esfuerzo. (1 ed). Barcelona, España: Editorial Paidotribo

Martin, D.; Carl, K. y Lehnertz, K. (2001). Manual de Metodología del Entrenamiento Deportivo. Barcelona, España: Editorial Paidotribo.

Ruvalcaba, L y Loaiza, W. (2001). Metodología & Deporte. Consideraciones Básicas. Turmero, Venezuela. IMPREUPEL.

2 comentarios:

  1. UN SALUDO DAWSON ESPERO QUE ESTÉS BIEN, MUY BUEN ARTICULO.

    MUCHAS PERSONAS DESCONOCEN LO QUE ES LA COMPENSACIÓN,Y ENTRENAN DE FORMA DESORGANIZADA Y SIN PLANIFICACIÓN ALGUNA, INCLUSO SIN TOMAR EN CUENTA LOS PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO.

    EN EL CASO DE LAS PERSONAS QUE ENTRENAN EN GIMNASIO QUE QUIEREN OBTENER RESULTADOS EN CUANTO A LA SECCIÓN TRANSVERSAL DEL MUSCULO (HIPERTROFIA)ES BUENO TENER EN CUENTA ESTE ARTICULO, MAS UN ASESORAMIENTO EN LOS PRINCIPIOS DEL ENTRENAMIENTO DE SEGURO CONSEGUIRÁN LAS PERSONAS LOS RESULTADOS DESEADOS.

    ESPERO SIGAS PUBLICANDO BUENOS ARTÍCULOS QUE ESTES BIEN, MUCHO ÉXITO AMIGO.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, me motivan a seguir trabajando con entusiasmo! Sería ideal comentar con tu nombre y apellido y de dodne eres

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Gracias por comentar.!