Uno de los grandes atributos que
tiene correr es que no se necesita prácticamente nada para iniciar; solo unos
zapatos cómodos, algo de ropa apropiada y nada más. Cualquier espacio abierto
sirve. Es hasta que le hemos agarrado el gusto y la disciplina que pensamos en
mejorar nuestros zapatos, entrenar con ropa con tecnología y utilizar gadgets. En
mi corta experiencia he conocido a más de un corredor que después de equiparse,
no encontró inspiración al entrenar. A veces los intento convencer de regresar
a lo básico de nuestro deporte; el amor por el simple hecho de mover un pie
delante del otro, de la libertad del camino, del tiempo con nuestros
pensamientos.
El auto sabotaje puede
invadirnos, y en ocasiones veo que cuando alguien esta inconscientemente
buscando pretextos para no correr comienza a utilizar nuevas explicaciones que
lo tengan tranquilo. A todos ellos les diría que se olviden de eso y solo
salgan a correr. Los zapatos, las franelas, el monitor cardiaco llegarán, pero
es mejor y se disfruta más cuando se compran porque realmente los vamos a usar.
Ya son tres años de gratas
experiencias, luego del Maratón de Caracas CAF 42k debido a una lesión por
sobre uso en la banda iliotibial de la rodilla derecha, justamente tuve que
hacer eso, regresar a lo básico. Parte de las recomendaciones del doctor para
regresar a correr era hacerlo de una manera muy paulatina, agregando tiempo y
distancia muy lentamente, mientras la banda sanaba con las terapias de
fisioterapia y rehabilitación. Así, que comencé a correr luego de unas semanas
de terminar las sesiones de masajes, ultrasonido, compresas de calor/frio,
estiramientos y ejercicios de fortalecimiento, alternando el trote con la
caminata por 10 minutos agregándole a diario hasta poder correr más de media
hora.
El episodio me dejó una lección
muy importante. Si no lo realizas correctamente, pensaras que correr es para
otras personas y te convencerás de que todo ha sido terrible. Así que no pongas
pretexto que te falta algo de equipo (zapatos, monitor, etc), no digas que no
conoces algún entrenador, que no conoces los clubes de corredores, que no
tienes acceso a alguna caminadora, porque si caminas con frecuencia del mueble
a la nevera, ni estas tan gordo, ni tan viejo, ni eres lento y ni eres
descoordinado como para no correr, sólo sal y corre.
¡Correr es de locos, pero nos
hace libres!
Publicado en Lider Fortius - 11/11/11
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