En la
Olimpia, Grecia en los años 776 aC. Y 339 dC. La participación de
la mujer en los Antiguos Juegos Olímpicos era nula, ni siquiera
podían ser espectadoras, su premio de consolación el festival en
honor a la Diosa Hera, que se realizaba cada 5 años, y su único
evento atlético era una corta caminata. La primera mujer en terminar
un maratón, fue la griega Stamatis Rovithi, quien corrió la ruta
del Maratón Olímpico en 1896 desde la ciudad de Maratón a Atenas,
su participación fue extra-oficial.
Muchas
mujeres ocultaron su identidad para poder participar en maratones, y
pasaron muchos años hasta que en 1979 la IAAF avala el primer
maratón de mujeres en Tokio y con esto se solidifica el camino para
la inclusión de los 42km femeninos en los Juegos Olímpicos.
En
1980, el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) anuncia que
no existen evidencias científicas o médicas de que las carreras de
larga distancia sean contradictorias para la salud de la mujer.
En los
JJOO de Los Ángeles (1984), Joan Benoit Samuelson gana el primer
maratón olímpico femenil de la historia con un tiempo de 2:24:52,
más de un minuto menos que la segunda clasificada, la noruega Grete
Waitz (2:26:18). La medalla de bronce fue para la portuguesa Rosa
Mota (2:26:57).
En
nuestra actualidad, existen diferencias en las formas y los motivos
que empujan a hombres y mujeres a engancharse a la carrera. Los
hombres tienden a empezar a correr tras una visita al médico que los
ha asustado. Las mujeres suelen convencer a sus amigas para salir a
correr juntas. Al principio es más un grupo de amigas que un grupo
para correr, pero lo siguiente es que están corriendo maratones y
hasta ultramaratones.
También
parece haber más diferencias de género en las recompensas
emocionales de la carrera. Nuestra sociedad es más dura con la
autoestima de las mujeres, y yo creo que la carrera es perfecta para
aumentar la autoestima de ellas. Siempre he pensado que las mujeres
pueden hacer lo mismo que los hombres, y a menudo mejor.
De
acuerdo, en muchos deportes los hombres tenemos una clara ventaja
morfo-fisiológica sobre las mujeres, pero en las carreras de larga
distancia, y especialmente en el ultrafondo, la diferencia es tan
pequeña que casi no se percibe. Ejemplo de ello, Yolimar Pineda
quien se convirtió en la primera venezolana en participar en una
Maratón Olímpica en Londres 2012. Más recientemente, Deisis Zarramera con tiempo de 43h56m término primera en su categoría en
la prueba de aventura de La Misión, sobre 160 kilómetros, en la
Patagonia Argentina. Estos hechos demuestran que las mujeres
venezolanas son dignas luchadoras ante la vida diaria, como cabezas
de familia, madres, estudiantes, amas de casa, ejecutivas u obreras y
ahora corredoras, lo cual es un motivo superior de admiración.
Amigos
corredores, hombres y mujeres: Ya es hora de tomar conciencia y de
valorar que el esfuerzo de una mujer atleta jamás debe ser
disminuido en comparación a los logros de los varones.
A
todas ellas…¡Nunca dejen de correr!, porque ¡Correr es de locos,
pero nos hace Libres!
Publicado en Líder Corre + Venezuela. 18/01/2013
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