Más que nada debes aprender a escuchar tu cuerpo. Como corredor o
corredora, eres una persona que tiene este beneficio y debes atesorarlo. Por
ello, insisto mucho en incluir el descanso como parte fundamental de tus
entrenamientos, sobre todo descansar los suficiente después de una competencia.
Por lo tanto recomiendo los masajes, la crioterapia, la siesta, y otros medios
de recuperación a fin de premiar y proteger tu bien más preciado: tu cuerpo!
La hidratación y los buenos hábitos de alimentación son imprescindibles. Recuerda que tu rendimiento depende del combustible que le proporciones a tu cuerpo antes y después de correr.
En el mismo orden, el tradicional “más es mejor” ya no funciona, considerando que debemos comprender que por entrenar más tiempo, más kms o más rápido no se obtienen grandes resultados. Debemos controlar las ansias de mejorar precipitadamente y tener en cuenta que el entrenamiento óptimo (calidad) brinda mejores beneficios que el entrenamiento máximo (cantidad).
Así mismo, deberás integrar otros medios de entrenamiento (natación, bicicleta, otros) para mejorar en la carrera. El entrenamiento cruzado implica un modo de ejercicios distinto del que utilizamos regularmente con la finalidad de mejorar y mantener el nivel de actividad física, sin aburrimiento y con menor riesgo de lesiones.
Corre con un programa personalizado, no es bueno hacerlo a un ritmo elevado sino es lo tuyo. Para ello, es valiosa la figura del entrenador. Su trabajo no sólo se fundamenta en programar un plan de entrenamiento adecuándolo a tus condiciones físicas y laborales. El coach determina, motiva, despeja dudas, transmite confianza, rebaja la euforia o crisis emocional. La mayoría de las veces el entrenador influye sobre el deportista como psicólogo más que como preparador físico. Así te sentirás más seguro!
Otro elemento importante es el uso del pulsómetro, el cual le permitirá al entrenador dosificar la intensidad de tus entrenamientos adecuadamente, y tu podrás conocer tu propio ritmo cardiaco. De esta manera lograrás sacarle el mayor provecho a cada entrenamiento.
Como corredor, no sólo tienes que ejercitar las piernas. Trabaja tu pensamiento para alcanzar las metas que te propongas. En lugar de aferrarte a tus pensamientos como “estoy cansado o no durare más”, déjalos fluir, no les des muchas vueltas.
En relación a lo anterior, un punto significativo es estar más conectado con tu respiración, puede ayudarte a prevenir lesiones. Ganas conciencia de tu cuerpo. Sabrás cuando puedes forzarte un poco más y cuando necesitas descansar, así que aléjate de los audífonos.
De igual forma, no debes participar frecuentemente en carreras de fin de semana ya que sino la sobrecarga física y mental te pasará factura.
Finalmente, un corredor aprende a disfrutar el momento y por encima de todo, sus entrenamientos. Correr es de locos, pero nos hace libres!
La hidratación y los buenos hábitos de alimentación son imprescindibles. Recuerda que tu rendimiento depende del combustible que le proporciones a tu cuerpo antes y después de correr.
En el mismo orden, el tradicional “más es mejor” ya no funciona, considerando que debemos comprender que por entrenar más tiempo, más kms o más rápido no se obtienen grandes resultados. Debemos controlar las ansias de mejorar precipitadamente y tener en cuenta que el entrenamiento óptimo (calidad) brinda mejores beneficios que el entrenamiento máximo (cantidad).
Así mismo, deberás integrar otros medios de entrenamiento (natación, bicicleta, otros) para mejorar en la carrera. El entrenamiento cruzado implica un modo de ejercicios distinto del que utilizamos regularmente con la finalidad de mejorar y mantener el nivel de actividad física, sin aburrimiento y con menor riesgo de lesiones.
Corre con un programa personalizado, no es bueno hacerlo a un ritmo elevado sino es lo tuyo. Para ello, es valiosa la figura del entrenador. Su trabajo no sólo se fundamenta en programar un plan de entrenamiento adecuándolo a tus condiciones físicas y laborales. El coach determina, motiva, despeja dudas, transmite confianza, rebaja la euforia o crisis emocional. La mayoría de las veces el entrenador influye sobre el deportista como psicólogo más que como preparador físico. Así te sentirás más seguro!
Otro elemento importante es el uso del pulsómetro, el cual le permitirá al entrenador dosificar la intensidad de tus entrenamientos adecuadamente, y tu podrás conocer tu propio ritmo cardiaco. De esta manera lograrás sacarle el mayor provecho a cada entrenamiento.
Como corredor, no sólo tienes que ejercitar las piernas. Trabaja tu pensamiento para alcanzar las metas que te propongas. En lugar de aferrarte a tus pensamientos como “estoy cansado o no durare más”, déjalos fluir, no les des muchas vueltas.
En relación a lo anterior, un punto significativo es estar más conectado con tu respiración, puede ayudarte a prevenir lesiones. Ganas conciencia de tu cuerpo. Sabrás cuando puedes forzarte un poco más y cuando necesitas descansar, así que aléjate de los audífonos.
De igual forma, no debes participar frecuentemente en carreras de fin de semana ya que sino la sobrecarga física y mental te pasará factura.
Finalmente, un corredor aprende a disfrutar el momento y por encima de todo, sus entrenamientos. Correr es de locos, pero nos hace libres!
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