Mesa Redonda
Nelson Plaza,
Preparador Físico de Bucaneros de La Guaira
Equipo de Baloncesto Profesional, Venezuela
Daniel Cordero, Prof. Educación Física, UPEL-IPC.
Maestrante en Fisiología del Ejercicio, UPEL-IPC.
Preparador Físico de Polo Acuático – Distrito Capital
Metodólogo Deportivo del Distrito Capital. Caracas, Venezuela
Dawson Ruiz, Licdo. Educación Física, Deporte y Recreación. Universidad de Carabobo.
Maestrante en Fisiología del Ejercicio, UPEL-IPC
Prof. de Funcionamiento Orgánico con el Ejercicio.
Universidad de Carabobo
Valencia, Venezuela
INTRODUCCIÓN:
Hubo una vez en que el entrenamiento contra resistencia se consideraba inapropiado para los deportistas, con la salvedad de aquellos que competían en levantamientos de pesos y en pruebas de lanzamiento en campo y pista, y, sobre una base limitada, los que competían en fútbol americano, lucha libre y boxeo. Pero a finales de los años sesenta y comienzos de los setenta, los entrenadores e investigadores descubrieron que el entrenamiento de la fuerza y de la potencia resulta beneficioso para casi todos los deportes y actividades. El entrenamiento contra resistencias actualmente está reconocido como importante incluso para los no deportistas que buscan los beneficios que el ejercicio para la salud tiene. (Wilmore y Costill, 2004).
En ese mismo orden de ideas, el desarrollo de la fuerza es hoy en toda modalidad o disciplina deportiva un ingrediente básico del entrenamiento de la condición física, aun cuando en determinadas disciplinas, como por ejemplo en el ámbito de la resistencia o el deporte colectivo existan todavía justificadas reservas sobre la idoneidad de las cargas que se suelen aplicar. El amplio espectro de aplicación del entrenamiento de la fuerza, y una serie de nuevos hallazgos de la investigación (BÜHRLE; SCHMIDTBLEICHER; LETZELTER; LEHNERTZ), que permiten profundizar en la fundamentación científica del entrenamiento de la fuerza, exigen no sólo una actualización de los esquemas vigentes en la metodología, sino también, en parte, nuevas premisas teóricas para comprender el concepto de fuerza (Martin, Carl, y Lehnertz, 2001).
Siff y Verkhoshansky, (2004) afirman que la fuerza es un componente esencial para el rendimiento de cualquier ser humano y su desarrollo formal no puede ser olvidado en la preparación de los deportistas. Un acondicionamiento satisfactorio de la fuerza depende de una comprensión completa de todos los procesos que intervienen en la producción de fuerza en el cuerpo. Resulta vital comprender que la fuerza es producto de una acción muscular iniciada y orquestada por procesos eléctricos en el sistema nervioso.
Moreno, (1999) tomado de Montero y Martínez, (2003) define la fuerza como: “la capacidad física que nos permite, mediante acciones musculares, vencer resistencias u oponerse a ellas; y en algunos casos crear la tensión suficiente para intentarlo.
El funcionamiento orgánico en el ejercicio físico y el deporte son hechos posibles mediante fuerzas desarrolladas por los músculos voluntarios del cuerpo que actúan por medio de los sistemas de palanca del esqueleto. Este artículo va dirigido a profesores de educación física, entrenadores, fisioterapeutas, y otro personal profesional quien trata con el ejercicio de acondicionamiento, pruebas de esfuerzo, y la rehabilitación. En esta mesa redonda expertos expresarán sus conocimientos relacionados con el desarrollo de la fuerza mediante la prescripción o diseño de planes de entrenamiento para atletas o aquellas personas que practican deporte aficionado o ejercicio para la salud.
¿Cuáles características del deporte considera usted, cuando diseña planes de entrenamiento para el desarrollo de la fuerza?
Cordero: Considerando la experiencia y basados en autores, una de las consideraciones pertinentes para diseñar planes de entrenamientos deben ser, el metabolismo energético dominante en la disciplina a planificar, además también el gesto motor que se desempeña con mayor regularidad, así como también el tiempo de ejecución.
¿Cuáles características del atleta deben ser consideradas por los entrenadores que diseñan planes de entrenamiento para el desarrollo de la fuerza?
Plaza: El nivel de desarrollo anatómico, su nivel atlético, nivel del desarrollo especifico de la fuerza, como esta su nivel de coordinación y flexibilidad etc.
Cordero: Principalmente el nivel del atleta, la etapa de la preparación, muy importante la dosificación según su test de fuerza máxima, también las condiciones biopsicosocial del individuo, como podemos ver es multifactorial la razón del empleo de un plan de fuerza, esto no debe ser una receta. Así como también su capacidad morfo funcional.
Ruiz: Considero de vital importancia que hay que evaluar primero el nivel de entrenamiento en que se encuentra el o los atletas mediante una batería de pruebas de aptitud física especificas del deporte. De igual forma, tomar en cuenta que posición juega o que disciplina practica (¿Cuánta fuerza necesita para ese deporte?) y no menos relevante la edad, la maduración biológica, fases sensibles y periodos críticos del entrenamiento (atletas jóvenes), la composición corporal, estado nutricional, la experiencia y los objetivos del atleta y su historial de lesiones.
¿El entrenamiento de fuerza en la zona central del cuerpo (core) se debe enfatizar para todos los atletas o sólo para algunos deportes en particular?
Plaza: Hay que tener presente que operamos con un patrón de movimientos de generación centralizada esto significa que primero se contrae la sección media antes de cualquier movimiento de las extremidades.
Cordero: Si se toma como premisa que en la zona central, o zona media, es decir los abdominales es donde se genera, para cualquier movimiento, la contracción de estos, entonces quiere decir que es muy importante el entrenamiento de la sección media para la generación de la fuerza, adaptada claro está a la especificad del deporte. No se debe dejar escapar en un plan de entrenamiento la ejercitación, para la generación de la fuerza, la sección media, esto cuidando la “heterocronicidad”, término que estudiaremos más adelante.
Ruiz: Recomiendo los ejercicios del core para los que corren, los que nadan y los que pedalean, ya que esta importante área de nuestro cuerpo abarca a los grandes grupos musculares de los hombros, del abdomen, de la espalda y de la cadera. Nuestro tronco (centro) concretamente constituye la base de sustentación sobre la cual se mueven las extremidades superiores e inferiores. Por ende, las deficiencias de fuerza en esta zona incrementa la necesidad de movimientos compensatorios en las articulaciones adyacentes, y esos movimientos indeseados pueden llevar a un gasto extra de energía. Es relevante comprender que el abdomen es como cualquier otro grupo muscular, aplica la misma regla: no lo estimules en exceso.
¿La hipertrofia muscular es necesaria en todos los deportes?
Plaza: Esta es una de las mal fundadas interpretaciones del entrenamiento físico, ya que músculos voluminosos no son fuertes necesariamente. También hay que conocer las particularidades del deporte. Hay deportes donde el peso es determinante y como sabemos los músculos pesan más que el tejido adiposo. Y la hipertrofia muscular no es necesaria en todos los deportes.
Cordero: Cuando se habla de HIPERTROFIA, no necesariamente se está hablando de fuerza, entendiéndose como la hipertrofia como el aumento de la masa muscular, mas no así de la fuerza, que son cosas muy distintas. La hipertrofia muscular tiene relación a los ejercicios fisicoculturistas, que se caracterizan, por planes de entrenamiento donde se evidencia muchísima cantidad de repeticiones POR SEGMENTO CORPORAL, algo que poco beneficia a los Atletas, donde los deportes tienen ejecuciones de movimientos completos, conocidos como patrones de movimiento, donde se activan las cadenas cinéticas y rara vez hay ejecución de un solo segmento corporal.
Ruiz: De forma muy general se puede decir que la fuerza del músculo depende sobre todo de su sección transversa; si esta aumenta, se incrementa también la fuerza. El crecimiento en grosor se produce por engrosamiento de cada fibra muscular y por incremento del número y el diámetro de las miofibrillas. No obstante, hemos de tener en cuenta que las diferentes fibras musculares –tipo I (fibras ST) y tipo II con sus categorías secundarias II c, II a y II b (fibras FT) se activan de forma diferente dependiendo de la intensidad del entrenamiento (cuantía de la carga de peso). Entonces, por ejemplo el desarrollo de la hipertrofia del tren superior en el entrenamiento de un jugador de baloncesto (pivot) es necesario como protección ante los impactos propios del deporte; además de esto predominan las características anaeróbicas donde se combinan periodos de alta intensidad con periodos de pausa-recuperación que le permiten al atleta poseer gran porcentaje de masa muscular. En cambio, atletas de resistencia (maratonistas, ciclistas, nadadores y triatletas) deben poseer un desarrollo del componente muscular como conductores y productores de fuerza, pero sin ser excesivos ya que incrementaría el requerimiento de energía para desplazar el cuerpo en los diferentes medios ambientales, tomando en cuenta el carácter cíclico y de larga duración de estos deportes.
¿Cuales estrategias de recuperación recomienda usted después de altas cargas de entrenamiento?
Plaza: Primero y principal no debe existir ningún programa de acondicionamiento físico sin ninguna estrategia de recuperación. La sauna, baño de vapor, técnicas de estiramiento, alimentación, oportuno nivel de hidratación, masajes, dormir lo suficiente, respetar la siesta y la recuperación durante el entrenamiento. Modestamente las recomendaciones arriba mencionadas deberían ser consideradas a la hora de elaborar el plan de entrenamiento.
Cordero: Experimentalmente recomiendo la Crioterapia, usada muy frecuentemente para corredores de largas distancias, como también la muy acertada masoterapia, la cual utilizo con frecuencia, no solo en el ámbito deportivo, sino también como medio de recuperación o bajar los índices de stress, en personas naturales, eso sí cuidando todas las condiciones.
Ruiz: Al finalizar la sesión de entrenamiento le recomiendo a mis atletas hacer ejercicios de flexibilidad (activa y pasiva) para comenzar el proceso de recuperación. Asimismo, les explico y los invito a seguir un plan de rehidratación (antes, durante y después del ejercicio) y a consumir aproximadamente 200 calorías de carbohidratos y de proteínas cada dos horas después del ejercicio. Finalmente, realizar una sesión de 15 o 20 minutos de inmersión en una bañera con agua fría o aplicar compresas de hielo en las zonas más activas durante el entrenamiento. En conclusión, entrenar y comer son sólo dos tercios de la ecuación de construcción de músculo. El otro es la recuperación.
Referencias bibliográficas
Martin, D., Carl, K. y Lehnertz, K. (2001). Manual de Metodología del Entrenamiento Deportivo. Barcelona, España: Editorial Paidotribo.
Montero, L. y Martínez, V. (2003). Manual de Teoría y Práctica del Acondicionamiento Físico. Madrid, España: Edita CV Ciencias del Deporte.
Siff , M.; y Verkhoshansky, Y. (2004). Súper entrenamiento. 5º ed. Barcelona, España: Editorial Paidotribo.
Wilmore, J.; y Costill, D. (2004). Fisiología del Esfuerzo y del Deporte. 5º ed. Barcelona, España: Editorial Paidotribo.
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