La vida dentro y
fuera de las organizaciones empresariales es cada vez más compleja y sus
integrantes deben actuar ante la velocidad de los cambios.
La actividad
laboral consume la mayor parte del tiempo disponible que tiene el ser humano
por lo tanto estos cambios continuos en el contexto laboral pueden convertirse
en una situación angustiante para los integrantes de las organizaciones,
difícil de sobrellevar si se mantiene por lapsos prolongados.
Algunos miembros
de las organizaciones empresariales comprenden cuales son las situaciones que
los afectan en su entorno laboral y tienden a adaptarse a estos cambios
resolviendo las situaciones que se le plantean a diario de manera
satisfactoria. Sin embargo, otros, frente a las presiones externas e
influencias internas pueden perder estabilidad y entrar en un estado de tensión
que no le permite comprender las causas externas ni aumentar las fuerzas
internas para salir de esa situación.
Este estado es
conocido como estrés, el cual se puede definir como el estado emocional
desagradable generado por un conjunto de estímulos físicos y psíquicos que son
percibidos como amenazantes para el bienestar del organismo y que van a
provocar una perturbación del equilibrio homeostático y psicológico, cuya
manifestación es un conjunto de respuestas integradas y recogidas por el
sistema nervioso central.
El estrés afecta
a todo nuestro cuerpo y no podemos vivir sin él, es el motor que impulsa los
pequeños retos cotidianos y posibilita nuestro crecimiento y desarrollo como
seres humanos. Cuando se descontrola es cuando sentimos sus señales negativas,
y suele denominarse estrés malo, ya que produce principalmente que nuestro
sistema nervioso y endocrino reaccione generando un mecanismo de “lucha, miedo
o huida” ante situaciones, creando un estado permanente de tensión. Si la persona no puede sentir y reconocer
esta constante tensión, o no está dispuesta a tomar conciencia de sus
conflictos, asumirlos y buscar solución, ellos pasan al plano físico y hasta
pueden manifestarse como una enfermedad.
Como solución
crea tu propio horario de tareas, se más organizado. Muchas veces el estrés se
genera cuando tenemos la impresión de que no podemos terminar todo el trabajo
pendiente. Por tanto, es indispensable marcarse a corto plazo objetivos
realistas y alcanzables.
Por lo antes
mencionado, el manejo del estrés es un factor importante en la administración
de los recursos humanos dentro de las organizaciones empresariales y planteo
algunas consideraciones para evitar esta amenaza corporativa:
¿Horas extras o Ejercicio?
Cuatro de cada
10 empleados trabajan más de las horas acordadas en su contrato; y 50% de ellos
no reciben algún tipo de remuneración por su esfuerzo adicional. Este fue el
resultado de la investigación realizada por la consultora Wage Indicator de
Estados Unidos. Asi mismo, un estudio publicado en el Journal of Occupational
and Environmental Medicine de Japón (donde existe una palabra que define la
muerte causada por sobreesfuerzo laboral: Karoshi) demostró que permanecer
horas extras en el trabajo duplica el riesgo de sufrir un infarto al miocardio.
La solución: evita permanecer horas extras en tu puesto de trabajo y dedícale a
tu organismo de 30 minutos a 1 hora diaria de caminata, natación, bicicleta, ir
al gimnasio, hacer yoga o cualquier actividad al aire libre que te permita
restablecer la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
¿Silla o Pelota?
Años de búsqueda
de la silla perfecta para trabajar y lo mejor es usar… ¡un fitball! Un balón
gigante supone una “sentada activa”, y no sólo es una manera efectiva de
mejorar la postura, sino que además hace trabajar tus músculos del núcleo
central del cuerpo (todos los de la zona abdominal, lumbar y espalda). Por si
fuera poco, la inestabilidad del fitball te obliga a ligeros cambios constantes
de postura, que alivian la incomodidad que supone estar sentado mucho tiempo,
sobre todo en la zona lumbar.
No es cuestión
de que tires la silla de tu oficina por la ventana, sentarse en un balón gigante
no es fácil al principio y acabará por agotarte, pero puedes probar cortos
periodos de tiempo, hasta un máximo de media hora, con la silla cerca para
cambiar e ir alternando.
¿Carro
o Bici?
Ir a la oficina
en bicicleta parecería una tarea difícil, pero ¿cuando haz disfrutado del
tráfico? Estamos tan acostumbrados a las colas, que una vez que resuelves las
dificultades de logística (donde bañarte, donde guardar tu bicicleta, como
evitar el trafico) se vuelve una rutina. Te volverás más saludable y feliz si
te vas en bicicleta al trabajo. ¿Puedes decir lo mismo si usas tu carro?
No tienes que
hacerlo los cinco días a la semana. Algunas personas se van en bici los lunes,
la guardan y se regresan en ella los viernes. Cualquiera que sea tu horario,
usa el fin de semana (cuando hay menos tráfico) para encontrar la mejor ruta y
lugar para guardar tu nuevo medio de transporte.
Pedalear es la
forma más saludable para ir a trabajar. No sólo quemas calorías, también
ahorras gasolina y ¡salvas al mundo!
Publicado en el Boletin Capemiac-Notitarde
Que buen dato para los trabajadores y todo el mundo quer desee estar saludable...
ResponderBorrarexcelente blog =)
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