Quiero ser Maratonista - Proyecto 102142




Desde hace mucho tiempo estoy convencido de la gran utilidad que tiene la famosa inspiración “Seis sirvientes” de Rudyard Kipling en el desarrollo de un proyecto (ser corredor), del mismo modo que en el diseño y ensamblaje de una pieza de un instrumento de precisión, estos seis servidores nos permitirán alcanzar el objetivo con relativa sencillez y seguridad, ya que representan seis interrogantes claves que debemos responder para lograr un plan de entrenamiento efectivo.

Sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué.
Es posible, que inicialmente las respuestas no sean demasiado evidentes cuando el corredor y el entrenador intentan diseñar el plan más específico.

¿Qué se debe hacer? El Qué define los detalles de cada sesión de entrenamiento, frecuencia de carreras (número y distancia), cuesta (inclinación) o terreno plano, fortalecimiento, entrenamientos cruzados e invisibles, entre otras.
Independientemente del plan que usted tenga en mente como runner, debes comprender que todo proceso debe planearse con objetivos reales, con sentido común y saber que implicará un sacrificio que requiere de mucho compromiso por parte de las partes involucradas (atleta-coach).
Por ejemplo, estoy consciente como entrenador que te ha rondado la idea de correr un maratón algún día o de querer mejorar tu primera experiencia en la distancia. Es por ello que, la recomendación principal es que primero debemos formar nuestro organismo para que podamos responder ante los embates de la mítica distancia.
Tener presente que debemos adquirir la mayor experiencia posible sobre el asfalto (mínimo 6 media maratones, no es un requisito sine qua non) y para ello debemos intentar primero buscar nuestras mejores marcas en distancias menores como 10k (por lo menos correr por debajo de la hora, a mi me gusta 49 minutos) y 21k (por debajo de las 2 horas, a mi me gusta 1,50). Si no te interesa el tiempo, porque viste que algunos de tus compañeros debutaron sin mayor experiencia, entonces enfócate en reducir la mayor cantidad de kilogramos de sobrepeso que posees, esa ganancia si es solo para ti y de esa forma aliviaras a tus articulaciones de ese lastre innecesario al momento de correr un maratón; y si no sufres de kilos demás concéntrate en fortalecer tu cuerpo, a mayor cantidad de músculos, mayor energía almacenada, menor riesgo de lesiones y mayor disfrute al correr por tener una recuperación más efectiva. En sí, siempre tendrás que lograr una sincronía en todos los aspectos antes mencionados.

¿Por qué hay que hacerlo? El Por qué nos dará la razón por la cual en un sesión de entrenamiento debe trabajarse un determinado (ritmo, zona cardiaca) o grupos musculares en el fortalecimiento.
El <por qué> es vital para poder comprender el <que> si tu logras correr 49 minutos en 10k evidentemente dominaras ritmos superiores a 5 min/k y de esa forma sentar una solida base para poder proyectar correr por debajo de las 2 horas en 21k o un debut a lo grande con menos de 4 horas en 42k. En cambio si solo eres capaz de correr los 10k en una hora ya debes estar consciente de que durarás algo más en la maratón. De igual forma esto se proyecta con el 21k. Algunas veces comenzamos por la punta de la pirámide y después continuamos a sentar la bases y lo digo por experiencia propia, mi primer maratón lo corrí sin saber que era una media maratón, y precisamente no era un niño prodigio de esos que van de la escuela a la universidad. Aprendí después de la decepción del 2012 que para lograr mi mejor versión debía formarme y desde el 2017 disfruto de mi idilio con los 42k.

¿Cuándo debe hacerse? Se refiere al momento del día, de la duración de cada entreno, de cada ciclo de entrenamiento en pro de nuestras metas, de cuando correr el tan preciado maratón, así que debes considerar muy bien lo que es lo más prudente y seguro en el desarrollo de nosotros como corredores
Aquí solo Usted determinará su nivel de compromiso, si nos contrata para que seamos sus entrenadores, nosotros solo le daremos el mapa. Usted con sus zapatos (barco) y reloj (brújula) deberá zarpar del puerto (de su zona de confort) en busca de su destino (42k) y sortear muchos mares (kilómetros) para lograr conquistarlo, el tiempo que durará en llegar a esa meta, solo depende de ti. Nosotros (entrenadores) siempre estaremos remando (motivando) e izando velas (regañando) para aprovechar cuando el viento este a tu favor.

¿Cómo se hace para obtener los mejores resultados? Requiere primero de una excelsa relación atleta-entrenador donde el primero debe creer en sí mismo y confiar en el trabajo de su guía. El segundo debe ser capaz de motivar e inspirar a su entrenado durante cada fase del entrenamiento, asumiendo con autoridad el rol que le corresponde.
Si hemos comprendido el que, el por qué, el cuándo; será más fácil recolectar todo lo necesario para el cómo.
Desde mi óptica fundada en la propia experiencia, la clave del éxito de un plan para 42k radica en el predominio de la calidad sobre la cantidad de kilómetros. Para lograr esa calidad, primero debemos fortalecer nuestra estructura corporal y sistema inmune ya que de esa forma podremos tolerar, adaptarnos y recuperarnos de forma óptima ante los esfuerzos constantes, intensos y exigentes. Por consiguiente mejorará nuestra fuerza muscular y con ello también disminuye el riesgo de lesión.
Segundo, comprender que este deporte es de tiempo y marca, y lo que nos permite evaluar y controlar nuestro entrenamiento  es el tiempo, esa ilusión es al mismo tiempo el indicador por excelencia de nuestro progreso y a la vez nuestro mayor rival a quien vencer. Es por ello, que usted debe concientizar la marca que quiere lograr en su primer maratón considerando sus fortalezas y debilidades para poder embarcarse hacia ese destino.
Y por último, estar mentalizado que este camino requiere de muchos sacrificios. Será una inversión que puede costar mucho, pero la recompensa vale demasiado.

¿Dónde debería hacerse? El donde generalmente se refiere a un lugar especifico. Por lo general, correr va mas allá de un solo lugar y eso implica tener en cuenta que tendrás que correr en la pista, en el parque, en las cuestas, las bajadas, los falsos planos, la piscina, fortalecer, dormir y comer bien, el masaje, la siesta, otra vez fortalecer, comprar zapatos idóneos, y quizás de nuevo fortalecer. También, podrías incluir correr en diferentes partes del país, con el fin de conocer los distintos clima caluroso/húmedo y de esa forma saber cómo enfrentar ese clima devastador si llega aparecer en la maratón.

¿Quién debe hacerlo? No hay un quien más importante que TU mismo, es tu meta, es tu deseo, es tu plan.  Además tendrán la tarea de reconocer el nivel de especialización de cada corredor (novato, intermedio, experto, elite) y de esa forma fijar un objetivo que puedan cumplir mancomunadamente. Sin embargo, será importante que ese TU este acompañado de familia, amistades, pareja y compañeros de entrenamiento. Sin duda, te darán el apoyo necesario para que el camino no sea tan solitario. 
La constante búsqueda de estas respuestas dará como resultado que el plan de entrenamiento sea más racional y se adapte mejor a cada circunstancia, lo cual repercutirá en la calidad norven del producto acabado, es decir, de pulir al corredor hasta convertirlo en un competidor preparado y en plena forma para afrontar el reto que sea.

Coche ¡INDOMABLE! 50k

Después de nueve meses #recorriendovenezuela, cuatro ultramaratones desafiantes en cuatro destinos majestuosos, había llegado el momento del quinto (imposible que sea el último) desafío en un destino que no conocía, pero que sabía que sería un viaje alucinante; INDOMIT Coche 50k.

Luego de la conquista en El Jarillo, decidí bajar la intensidad y el volumen de mis entrenamientos por un mes (Noviembre-Diciembre). Fue después de regresar del Ascenso de la Torre Colpatria en Bogotá, que incremente la distancia pero sin darle importancia al ritmo, inmediatamente se vino la travesía por el Bolívar y Humboldt. A partir de allí, me dediqué a retomar la cadencia en el asfalto aprovechando los entrenamientos para CAF, pero nada en específico para Coche. Un domingo antes ganaba mucho en confianza al correr 25k en 2:01.00, a un ritmo de 4:50 min/k. Realmente <el trabajo estaba hecho> eso sí, nunca descuide el fortalecimiento ni los masajes con mi @pfmia para evitar contratiempos con alguna dolencia musculo-esquelética.

Para llegar a la paradisiaca Isla de Coche, viajamos en avión a 900 kph de Valencia a Porlamar, y posteriormente nos embarcamos por 25 minutos aproximadamente en un peñero desde Playa El Yaque hasta Playa La Punta.

Coche un destino elegido porque representa la parte geográfica de las Islas que posee nuestra Venezuela y sabiendo que habíamos corrido por la Sabana, los Andes, el Desierto, la Cordillera de la Costa, solo faltaba conquistar este majestuoso Islote ubicado al sur de Margarita.  50k nos separaba de la meta.

El día viernes nos hospedamos en la bonita Posada Oasis, junto a nuestros atletas y amigos Héctor Quatrocchi, Yilena Jaimes y sus hijas Ana y Sofía, también estaba Eduardo Badell, novio de Ana. Almorzamos, y nos fuimos a Coche Paradise Hotel, lugar destinado para el congresillo técnico y  retiro del kit de corredor. En el Congresillo, el Director de Retos Info Jhon, nos advirtió que por el kilometro 30 aproximadamente el ritmo de carrera sería el más lento de todo el recorrido porque debíamos atravesar unos increíbles chinchorros. Sinceramente no le di importancia alguna, exclamé internamente: ¡Coche es una isla, a nivel del mar, que más difícil que correr en Mérida!

Emocionado por el ambientazo, nos fuimos a la playa y caminé por las arenas blancas de Playa La Punta disfrutando del paisaje y admirando las piruetas que hacía una chica en kitesurf. El clima estaba nublado y el agua del mar muy muy fría.

Eran pasada las 5:30 de la tarde y el transporte para regresar a la Posada tardó en llegar y siendo el más impaciente del mundo, decidí irme caminando los 4k para reconocer el terreno de las salinas, tomé de la mano a Sofía, una niña con carácter aventurero y una sonrisa que cautiva. Solo me preguntó ¿En verdad, vamos a caminar? Respondí con el caminar. Inmediatamente se nos unió Ana y Badell. Sin duda, disfrutamos del atardecer, de tocar la sal, de las fotos para la posteridad y también de competir contra el camión que traía a mi Yoha, Yilena y Héctor, a ver quien llegaba más rápido a la Posada.

Instalados en la habitación, después de cenar comencé a preparar todo la logística y estrategia que emplearía en la carrera y esperar la tan envidiable aurora del quinto #desafío.

Al despertar a las 2:59 am, obtenía mi primera victoria del día, le ganaba nuevamente a la alarma. Logré realizar mis necesidades fisiológicas tranquilamente, una buena ducha fría para activar los sentidos y vestirme con mi atuendo de éxito. Tenía unas inmensas ganas de competir. 4:00 am nos fuimos todos los corredores de 50k al lugar de partida, el Hotel Coche Paradise.  Entre ellos Hector Quatrocchi quien también fue parte de Tanno Tuy y Paraguana, lor runners de San Diego Training Club y su Coach Williams Álvarez.

Un ambienzato sin igual, Brasileñas, Argentinos, Colombianos y los nuestros, cada quien concentrado en lo suyo, puliendo detalles para la carrera. Primer sandwich (Diablito y Rikesa). Converse con Carlitos Barreto, Luis Guillermo Dewits, Tanya Pacheco y con Walfred Astudillo, una persona a quien aprecio mucho y que compartimos la misma pasión por el running. Palabras de aliento de parte y parte, porque impresionantemente el también correría, pero los 12k Trail Running.

Un leve retardo en la partida y pasados 20 minutos de las 5, se dio la largada con una tremenda algarabía y el rugido de las cuatro ruedas que fungirían como motos madrinas.
Era de pensar que el ritmo sería delirante encabezado por Yannis Poveda, ya que los premios anunciados por la organización (Inscripción y Hospedaje para Bombinhas 42k) para los tres primeros lugares absolutos, era bien motivante por conseguir la victoria. Vi mi reloj y el ritmo en el primer k corriendo por las arenas blancas era de 4:56, nadie decía nada, ¡Oscuridad silente! De pronto llegamos a las salinas, un terreno plano y pegajoso, pero eso no impidió que mantuviéramos el ritmo un grupo de 5 corredores en la punta y los demás bien cerquita. La ruta estaba bien demarcada y junto a la moto madrina, no había forma de desorientarnos en el camino.

Las salinas desaparecieron y nos adentramos en una pequeña lomas con más vegetación predominantemente xerófila con abundantes cactus y piedras sueltas. El ritmo se mantenía igual, pero los tres primeros se distanciaron en la bajada, sin embargo podía ver sus luces de cerca. Al salir de esa zona, llegamos al asfalto donde corrimos alrededor de 2 kilómetros en ese tramo converse con Sergio Santana sobre su debut en la distancia y que pensaba que el ritmo sería más suave pero veía que le estaban dando duro. Le respondí que si quería disfrutar que corriera a su ritmo, pero si quería ganar tenía que mover las patas.

A pocos minutos regresamos a la arena y con ello comenzó a disminuir un poco el ritmo. Había un punto de control, donde era necesario subir una loma con muchos cactus para obtener un primer brazalete, volvíamos a bajar y retomábamos el camino de arena bien señalizado. La claridad divisaba la ruta completamente, allí guarde mi linterna sin parar. Visualizo mi reloj e iban 10k en 50 minutos, primer bocadillo de plátano. Sergio se adelanto unos metros. En el k12 me alcanzó un argentino que me pregunto si el clima se podía mantener así durante toda la ruta y solo le dije: no lo sé, aun falta mucho camino por recorrer. Mantuvimos el paso pero en el k14 decidí parar para orinar tranquilamente. Me hidrate y retomé la carrera, no vi más al argentino ni a Sergio.

La ruta se hacía cada vez más irregular lo que la hizo muy interesante. La motivación seguía intacta. Nos adentramos en una especie de cañón y las cuestas aparecían por primera vez. Llegue al puesto de control en el k17, paré para hidratarme con un vaso de pepsi, una lonja de patilla y a correr de nuevo por un descenso hacia un largo plano. En ese tramo me alcanzó Mayra Orozco a la postre ganadora de los 50k. Mantuvimos un buen ritmo hasta el 20k, 1h50 minutos y debía comer mi segundo sándwich. Mayra se alejo un poco, pero muy cerca de mi venia Tanya quien me ofreció agua y sin parar fue por el primer lugar. K22 me pasa la brasileña Camila Feijó, y mantuve el ritmo con ellas por mucho tiempo.

Seguimos un camino por una tubería de gas y había un juez que nos orientaba a cruzar hacia la izquierda por un terreno de arena compacta, en ese momento venia Yannis punteando la prueba en solitario.

En el k27 estaba el puesto de control donde debíamos retirar el segundo brazalete, de allí corrimos 1,2k hacia el cementerio de las conchas marinas y al final de ese trecho, Tanya adolecía del estomago, me dijo que iba a parar para recuperar y continúe el camino con Camila, quien se distanciaba poco a poco. Hicimos una parada al retornar al mismo punto de control allí  nuevamente tome pepsi, comí la mitad de un bocadillo, patilla y a correr.

Retornamos hacia la tubería de gas y cruzamos hacia la izquierda y allí el terreno se hizo nuevamente irregular. Llegamos al k30 en 2 h 59, perfecto para mi estrategia contando que en cada PC me tardaba 3 minutos más o menos para abastecerme. ¡Otro sándwich!

Comenzó lo impensable. Unos sanguinarios chinchorros donde tuvimos que subir y bajar constantemente, unas lomas más largas que otras durante 8 kilómetros. Pero con ello comenzó una molestia en unos de los dedos del pie derecho. Seguramente, era una ampolla o una uña lastimada. No obstante, había llegado muy lejos para venirme a parar en ese momento a revisar el zapato. Proseguí y comencé a pronunciar algunas frases positivas para hacerle frente al dolor y a la fatiga: Eres un Ganador, Falta menos, entre otras. Era la única forma de que el sufrimiento fuese parte de la diversión.

Aplique la misma estrategia de siempre, caminar la subida, correr la bajada y los planos pero no había planos. Algunas lomas cortas las corría, las largas casi que las gateaba. En el K34 me alcanza Carlos Barreto, un experimentado corredor a quien considero un héroe anónimo desde que me comento que había participado en un ECO CHALLEGE de Discovery Channel por alla hace 10 años atrás. Me pasó y sabiendo que éramos de la misma categoría sub-máster (30-49 años) sabía que faltaban 16k por correr. Eso sí, nunca lo subestime. Carlitos mantuvo su paso, alcanzó y paso a Sergio. Camila sin parar también lo alcanzo pero se mantuvieron juntos trabajando en equipo.

Ultimo punto de control a la vista, y después de superar varias cuestas infernales llegue a la carpa. Coca cola, frutos secos, Toronto, frescolita, agua, una conversa con Jhon Carlos Díaz donde lo felicite por tan excelsa carrera, el me oriento en el tramo final y aupó a terminar la prueba. Sigue las cintas amarillas y cuidado con los cactus le escuche decir. Voltee y allí cerquita venía Tanya con mejor semblante.

Al bajar de la loma llena de cactus, percibí que estaba muy cerca de Camila y Sergio, pero también que al llegar al Faro, solo quedaban pocos kilómetros para terminar el ultra, ya sabía que no correríamos los 5k, pero eso en ese momento era lo menos importante.

Apreté el ritmo y en la última lomita le di alcance a Sergio quien iba de segundo en la categoría. Aproveche el descenso hacia las letras ISLA DE COCHE (el mismo estilo de las de HOLLYWOOD) y saque una distancia importante para llegar a las arenas blancas de Playa La Punta y continuar mi camino hacia la meta para culminar en 4h38.07 minutos y un gasto energético de 2699 calorías, en un octavo lugar de la general, séptimo de los hombres y segundo de la categoría sub-master.

Pose para la foto de Eduardo González quien con su proyecto Outdoor_TV estaba capturando imágenes del evento y de Walfred Astudillo quien estaba muy feliz por su meritorio 2 lugar en los 12k y de saber que mi persona también había logrado podio. Nos dimos un fuerte abrazo. Busque a mi @pfmia pero no la encontré. Salude y celebre el triunfo con Carlitos Barreto. Realmente un orgullo compartir podio con él. Unas fotografías con Camila Feijo porque a pesar de no haber cruzado palabras, el juego limpio lo demostramos durante toda las carrera.


Me senté para avisarle a mi amada que había llegado y recibir sus felicitaciones. Revise mi pie derecho al quitar el zapato y en efecto una vejiga llena de sangre entre los dedos. Eso ya no tenía valor. Era el momento de asimilar y celebrar que había conquistado mis cinco desafíos en cinco destinos maravillosos que me permitieron conocer un poquito más de nuestra geografía, cultura y tradiciones, de nuestra gente e idiosincrasia, de nuestras riquezas naturales y potencial turístico, de saber que tenemos sin duda alguna el mejor país del mundo. ¡GRACIAS VENEZUELA!

Como entrenador estoy sumamente orgulloso por el podio de la Sra Anna Kosa en la categoría Master50k, quien después de mucho tiempo me dio el honor de volver a ser su entrenador. Es un ejemplo para muchos que a sus tantos años de edad, usted disfrute del correr con tanta pasión. Espero que la vida me premie con ese privilegio y aun más seguir siendo su entrenador. De igual forma, por el enorme progreso de Yilena Jaimes en el Trail Running quien en el 2016 conquistó Tanno Tuy y Paraguana, y ahora inicia con gran desempeño en Coche. Y porque no estar orgulloso de Hector 4trocchi, su abandono por causas mayores, no le resta merito a su valentía y gallardía deportiva. Sé que entregaste todo lo que tenías en el tanque, literalmente hablando. Un aplauso para los que tan solo se atrevieron a correr en cualquier distancia en este paraíso, llamado Coche.

Por último, agradecerle a mi @pfmia por su apoyo y angustia incondicional, por sus cuantiosos y desgastantes masajes, quienes fueron vitales para que después de más de 2000 kilómetros recorridos, 5 ultramaratones y otras aventuras más, hoy esté libre de lesiones. Infinitas Gracias!

A mis patrocinantes BiomercadosTiendas 8 Miles e Interprinter quienes aportaron su granito de arena en cuanto a logística e indumentarias necesarias para este reto. A mi Carabobo Runners por su apoyo incondicional y confiar en nuestro trabajo como entrenaodres. A Retos Info, a su director y a todo su Staff técnico, entre ellos  Luis Alejandro Chávez por su admirable labor en pro del éxito de este magno evento, del crecimiento del trail running nacional y de proyectar internacional y positivamente a nuestro país.


Definitivamente correr es de locos, pero nos hace libres.
Esto fue #recorriendovenezuela #5destinos #5desafios

Daw
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Ascenso al Bolívar: CUMBRE!


Luego de disfrutar de un emocionante paseo por el más alto y largo teleférico del mundo, llegamos a la última estación <Pico Espejo> a 4765 msnm. Había llegado el momento de iniciar nuestra travesía, en la búsqueda de coronar las cumbres más altas de nuestra Venezuela. 

Despertamos una inesperada algarabía entre los turistas que disfrutaban de la majestuosidad de ese lugar, una motivación extra para nosotros. Preguntaban por nuestro objetivo, de dónde veníamos y hasta algunas fotografías nos pidieron como recuerdo de ese instante. No era Hollywood, era la vida real.

Finalmente, partimos José Gregorio Torrealba (51 años), el Guía Abimael Martínez (45 años) y mi persona Dawson Ruiz (32 años) una mezcla de experiencia, juventud, pasión por la aventura y una irreverencia indescriptible. 

Nuestro primer destino era el pico Bolívar, así que recorrimos la llamada Cloaca, camino hacia el Campamento Albornoz. En una hora llegamos sin mayores contratiempos, armamos nuestras carpas y preparamos los morrales de ataques. Justo a la 1:15 pm emprendimos el ascenso hacia la cima de Venezuela. Algunos montanistas que estaban en Albornoz criticaron la hora de partida, para ellos era muy tarde, para nosotros era el momento perfecto y el plan era gritar cumbre en 3 horas máximo.

La primera vez, que corone el Bolívar fue por un deseo de niño. Esta vez sería un desafío donde la aventura radicaba en minimizar el uso de cuerdas y escalar (a mano limpia) el empedrado camino hacia la cumbre.

Abimael marcaba el ritmo y el camino a seguir en una ruta imponente, subiendo por una pendiente suave y de poca dificultad, en el costado izquierdo de la Laguna Timoncitos. 


Paso a paso fuimos conquistando metros de desnivel. José en un momento se rezago por un tramo donde la escalada era insegura, pero rápidamente Abimael le brindo seguridad con las cuerdas y el arne. Eso sí, tuvo que subir por sus propios medios, hasta alcanzar una zona de abundantes restos rocosos conocidos con el nombre de "Las Escaleras". 

Nos reagrupamos y continuamos el camino hacia la exigente Roca Táchira, allí se vivió un intrínseco déjà vu, en ese lugar Abimael sufrió una caída libre accidental de 120 metros y José fue su rescatista principal acompañándolo por más de 12 horas en un inclemente frío. La muerte no logro batir a nuestro guía en esa oportunidad y en esta ocasión el sobreviviente no mostró temor alguno ante la adversa roca. 




Después de escalarla al estilo Misión Imposible, Abimael decidió asegurarnos con la cuerda y así nosotros conquistarla sin miedo alguno.

Continuamos trepando otros 45 metros que nos llevarían hasta el lugar conocido como la ventana, desde donde disfrutamos el merecido premio a nuestro esfuerzo con una espectacular vista de Mérida, el Valle y toda la Cordillera del Norte, aunque aun unos 60 metros de escalada nos separan de la cumbre, 20 de travesía hacia la derecha y 40 aproximados de escalada por una gran chimenea rocosa, que desemboca directamente a la cima... este es el punto más alto de Venezuela, en cuanto a la altura, algunos dicen que el Bolívar, con las nuevas mediciones satelitales, ya no mide 5.007... para nosotros, los que emocionalmente estamos ligados a esta montaña, creo que es lo menos importante, el Bolívar cada día, a pesar de todos los cambios en su aspecto geofísicos, sigue y seguirá manteniendo su encanto, el de ser el señor de las montanas venezolanas.

Allí estaba, otra vez, el busto del Padre de la Patria quien nos dio la bienvenida justo a las 4:15 pm, tal cual, la estrategia planteada, y a la vez también nuestra despedida después de gritar eufóricamente CUMBRE. 

José tuvo el privilegio, era el debutante, lloró y agradeció con su original pancarta el vivir ese momento inolvidable. Seguidamente Abimael se deleito de su nueva conquista y finalmente yo goce de estar nuevamente allí en un lugar tan mágico, que tienes que conquistarlo para poder comprender de qué hablo. 




El descenso generalmente se realiza por la misma vía que utilizamos en el ascenso. Pero, la aventura para nosotros no había terminado. Abimael con su vasta experiencia en la montaña, tenía preparado un descenso diferente para nosotros. A las 5 de la tarde iniciamos un rappel de 60 metros desde la gran cúspide hasta el sector Diamante. Evidentemente el rapel más alto de Venezuela. Vaya que sí logró hacer que esta conquista del Bolívar se impregne en nuestra memoria para siempre. José por tener más experiencia (Scout) bajó primero y bueno, luego me toco vivir un descenso sin igual.  


Llegamos al sector diamante, donde tuvimos que esperar un largo rato a nuestro guía, ya que el sí tuvo que descender por el mismo camino del descenso. Comenzaba a oscurecer y el frío se juntaba con el hambre, no lo niego el estar sin moverme por mucho tiempo causó una sensación desagradable de hipotermia leve, el cuerpo temblaba involuntariamente, pero sin entrar en pánico, sabía que al moverme podía generar el calor necesario para mantenerme concentrado.


El descenso en su mayoría fue en rappel, es muy importante al bajar, tener cuidado con el desprendimiento de rocas sueltas, especialmente si hay personas en el trayecto y lo digo con propiedad, una piedra impacto en mi tibia y otra en la rodilla de José. Vaya que dolor!. Fue muy exigente el descender en esas condiciones, y cuando soltamos las cuerdas que tocamos plano horizontal, a correr se ha dicho por un camino escabroso, oscuro y friolento. Finalmente llegamos al campamento base aproximadamente pasada las 9 de la noche. El mayor anhelo: comer, dormir y seguir soñando.

Al día siguiente continuaría la aventura…

Gracias Abimael, Gracias José
Una cumbre, una hermandad y una nueva amistad

Mi carrera en el Ultra Trail El Jarillo 50k

Cuando planifiqué #recorriendovenezuela en primera instancia el UltraTrail EL Jarillo 50k, no estaba en mis planes. Sin embargo, si falla el “Plan A” debemos tener el Plan B en orden. Y así sucedió, el cuarto desafío era el Ultra Race de Vargas que representaba la Cordillera de la Costa, pero por temas de organización no se pudo realizar este año y sin dudarlo seleccione El Jarillo de Retos Info como nuevo destino, primero porque pertenece a la región central y segundo porque el margen de tiempo para recuperarme y prepararme era de dos meses aproximadamente desde Paraguaná.

En esos dos meses quizás la preparación no fue extraordinaria, son tantos kilómetros este año que solo pienso <el trabajo esta hecho> eso sí, no se puede descuidar el fortalecimiento para evitar que alguna lesión se atraviese en el camino.

Era importante considerar que del calor de la zona más árida del país, pasaría a combatir el frío nuevamente ¡Mi Némesis!, y también enfrentar un interesante desnivel positivo y acumulado en comparación con correr a nivel del mar en la Península. El Jarillo, esta ubicado en el Estado Miranda a 1800 msnm y su temperatura promedio oscila en los 18° C.

Lo bueno de este destino, es que el viaje no sería tan agotador como lo fue el traslado a Gran Sabana, Mérida o Paraguaná. En tan solo 4 horas desde Valencia, llegamos a un pueblo alemán con una espectacular vista panorámica, agrícola, con un enorme potencial turístico e ideal para lo romántico.

Luego de almorzar, retirar el kit de corredor y hacer un corto paseo, nos instalamos en la cabaña alemana de 
 MEIN HAUSCHEN   ubicada arriba, arriba y más arriba del pueblo rodeada de pinos y flores. Ya instalados me dispuse a preparar todo lo que utilizaría en la carrera y esperar el tan ansiado amanecer del cuarto #desafío.


Cabaña Mein Hauschen


Bosque de Pinos

 3:59 am y ya estaba despierto, le ganaba al despertador nuevamente. Me aliste tranquilamente con mi sweter, franela, licra, buff, guantes y morral lobby. Desayune mi primer sándwich. Me despedí de mi eterna novia con un beso, un fuerte abrazo y una fotografía. Sabía que desde ese momento @pfmia estaría impaciente por verme llegar a la meta. Converse gratamente unos minutos con Rafael Scavo organizador de Gulima Ultra Trail, quien era mi vecino de cabaña y quien gentilmente me traslado en su camioneta hasta la salida.
Con Flor y Lisa
Con un impresionante amanecer rojizo llegamos al punto de partida, donde compartí con Lisa María, Flor Velásquez y otros tantos conocidos del mundo running. Luego de un corto congresillo técnico todos los corredores nos agrupamos en el corral de salida. El ambiente que se vivía no podía ser mejor, con un nivel competitivo de alto calibre. El frío decía presente.

Puntual a la 6:30 am se dió la largada y con un frenético ritmo salimos todos en búsqueda de conquistar la montaña. Los primeros 3 kilómetros se caracterizaron por un brutal ascenso, sobre una superficie de concreto y luego si nos adentramos en la montaña. Recuerdo haber conversado con Leonardo Celis sobre las primeras sensaciones y todo marchaba bien. Al llegar al punto más alto, vislumbramos el monumento icono a La Virgen del Carmen, una estatua de tantos metros. Luego de ese punto comenzó un descenso de 2k entre montaña y nuevamente concreto. Este tramo lo recorrí conversando sobre algunas experiencias, próximas competencias y expectativas de la carrera con David (Libre) de Santa Cruz de Aragua, en ese momento acordamos trabajar en equipo debido a la diferencia de categoría. Empero, a pocos kilómetros se quedo y no logramos cumplir lo antes planeado. 


Virgen del Carmen - El Jarillo, Edo. Miranda

Al transcurrir los primeros 6k con predominancia de concreto/asfalto, irrumpimos nuevamente en la montaña caracterizada por una meseta selvática, con un frio tolerable y mucho pantano. A la derecha una vista sin igual, los techos rojos propios de la región, los sembradíos y un cantar de pájaros que alimentan el espíritu. Al k9 (1 hora de carrera) el primer bocadillo y gatorade. Ese tramo lo recorrimos Leo Celis, la ganadora absoluta Tanya Pacheco y otros dos corredores que desconozco hasta el k16 donde en un desliz sobre el pantano caí y perdí el ritmo rápidamente. No paso nada, me levante ágilmente e intente recuperar el grupo sin escatimar esfuerzo.

En el K19 en 1h:54 llegó el momento de comer el segundo sándwich del día (jamón, queso amarillo y rikesa) para reponer energías mientras seguía corriendo. Si, ya me impacientaba seguir en esa meseta y acelere el paso hasta salir de ella y llegar al punto de control en el k22.

Recargue con agua bien fría mi camelback, me hidrate con dos termos más de agua y las chicas de la logística me informaron que solamente habían pasado 12 corredores aproximadamente, una sola mujer y que venía una parte de la ruta bastante exigente. Me reincorpore en la ruta sabiendo que iba muy bien física, mental y emocionalmente. En efecto, los próximos 5 kilómetros fueron de un bestial e interminable ascenso en asfalto, pasando el k25 exactamente en la entrada/salida de El Jarillo a las 2 horas 40 minutos aproximados de competencia. Llegue al Comando de la Guardia Nacional, donde me indicaron que debía seguir el ascenso por el Parque Nacional Macarao, seguía el asfalto y solo en la ruta. Kilómetro 28 y la superficie cambia nuevamente a tierra con diversidad de desnivel, (ascensos, planos y cortos descensos). Añoraba el valioso trabajo en equipo, pero no lograba alcanzar el grupo que había perdido en el k16.

Ya en el k32, escucho unos gritos pidiéndome ayuda, me detengo alerta y espero poder ver a la persona que clamaba en ese entonces. Era una mujer de tez morena, lo primero que me dice al llegar hasta mi: “tengo hambre, ayúdame, dame algo de comer, tengo mucha hambre. Soy Carolina Rivas la esposa de Juan Acosta”. Rápidamente, le dije que sacara una bolsa de mi morral lobby, donde había dos sándwich. Así que compartí mis provisiones con Carolina, su semblante en ese momento no era el mejor y en medio de la montaña no era sensato pensar en dejarla sola. Seguimos en movimiento mientras cada quien comía su tentempié. Ella me explicaba que era primera vez que le sucedía eso en una competencia. Cuando se sintió con las baterías recargadas, comenzamos con un excelso trabajo en equipo, para cuidar su 2 lugar en la general y yo intentar meterme en mi categoría. En los próximos 10k impuse el ritmo caminando en las subidas y corriendo en el plano y la bajaditas, cuidando que Carolina se recuperará totalmente de la pájara sufrida kilómetros antes. 

Con Carolina Rivas - 2° General Femenino 




Poco a poco, fue recuperando sus fuerzas y sobre todo el hambre, pero esta vez era hambre de ganar y para mi era una motivación extra para cumplir con la meta. En el k42 con 4h59 minutos pasamos por el Embalse Agua Fría, una majestuosa infraestructura digna de admirar. Allí mismo estaba el siguiente punto de control, liderado por Lago Baroni quien nos indico que venia nuevamente algunos ascensos importantes. Recargamos los termos, tome Kolita con Coca-Cola y en pocos minutos retomamos la ruta. Al equipo se le sumo un integrante más, un perro callejero quien nos seguía el ritmo de forma silente pero a la vez transmitía un sentimiento de motivación extra. Carolina estaba mejor y asumió el papel de motivadora, mueve los brazos, no te quedes, vamos que si puedes, no te rindas, no te voy a abandonar porque tú me ayudaste y lo repetía a cada rato. Ambos estábamos desgastados, ella con sus piernas adoloridas y yo con los pies maltratados por la sobrecarga de tantos impactos en una superficie tan dura como lo es el cemento; otra vez comenzaba la tortura del concreto y en el k45 le ofrezco la mitad del sándwich que quedaba, esto con el fin de reponer las energías necesarias para rematar los últimos kilómetros.

Kilometro 46, el director de la carrera Jhon Díaz, nos indica que debemos ascender por la misma vía en dirección a la Virgen. En ese momento habían transcurrido 5h35 y planeemos que podíamos terminar antes de cumplir las 6horas. Los siguientes dos k eran unos ascensos imposibles de correr. El k47 a ritmo de 13m y el k48 a 16m. Se esfumaron las 6 horas. Llegamos a la tan ansiada Virgen, nos hidratamos, nos dieron dos galletas, me comí una y la otra la compartí con nuestro compañero de equipo. El perro la degusto de forma increíble. Ya en ese punto, era casi imposible que alguien nos alcanzara, pero recuerdo que Carolina me dijo debemos evitar que nos maten en la raya. Se venían dos kilómetros de descenso entre la montaña y el concreto, en donde mantuvimos el ritmo constante hasta cruzar la meta como equipo en 6 horas 21 minutos y tantos segundos. Allí con cámara en mano estaba la mujer de mi vida, esperándome como siempre.

Había conquistado mi cuarto desafío. Un ultramaratón de altísima calidad en cuanto a organización, en una ruta épica con un desnivel positivo de 1700 m y un acumulado de 3400. Una experiencia deportiva-turística que me permite constatar una vez más que el trabajo en equipo genera grandes resultados. Gracias Carolina y Felicidades por tu Triunfo. Más allá de ser una gran atleta, eres una mejor persona y una mujer digna de admirar. Tu triunfo lo celebro como mío.

Esta vez logré un valioso y respetable cuarto lugar de categoría, considerando que 5 de los 10 primeros son Sub-Master. Felicitaciones a los ganadores y a todos los que lograron cruzar la meta.

Por ultimo, agradecerle a mis patrocinantes Biomercados, Tiendas 8 Miles e Interprinter y a mi Carabobo Runners por su apoyo incondicional. A Retos Info, a su director y a todo su Staff técnico, entre ellos Lago Baroni y Luis Alejandro Chávez por su tremenda labor en pro del éxito de este magno evento.

Definitivamente correr es de locos, pero nos hace libres. Nos vemos, en el quinto desafío #INDOMITCoche50k
#recorriendovenezuela #5destinos #5desafios
Daw

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